Desde el pasado domingo, la Iglesia nos insiste con este evangelio, que llevamos escuchando toda la semana. Quizá sea uno de los más hermosos y exigentes a la vez. Jesús nos habla desde lo más profundo de su corazón: ?Amaos unos a otros como yo os he amado.? Y no se queda en palabras. Jesús lo dice sabiendo que va a dar su vida por nosotros. No nos ama «más o menos», sino con todo. Y nos llama amigos. Esta palabra es preciosa. No somos simples seguidores, ni empleados del Reino. Somos sus amigos. Y lo demuestra confiándonos su misión, compartiéndonos todo lo que ha recibido del Padre. ¿Te imaginas lo que significa que Dios te llame su amigo?
En este contexto, Jesús nos recuerda: ?Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.? Aquí no solo habla del martirio físico (aunque también), sino de ese estilo de vida que se entrega cada día, que se gasta por los demás. Un ejemplo muy claro de esto es San Maximiliano Kolbe, un franciscano polaco que vivió en el siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial fue arrestado y enviado al campo de concentración de Auschwitz. Un día, un prisionero escapó, y como represalia, los nazis eligieron a diez hombres para ser ejecutados. Uno de ellos, al ser nombrado, gritó desesperado: ?¡Mi mujer! ¡Mis hijos!?. Fue entonces cuando Kolbe se ofreció en su lugar. Dio literalmente su vida por un desconocido. Y lo hizo por amor, como Jesús.
San Maximiliano no era un héroe impulsivo. Su decisión fue fruto de una vida entera unida a Cristo, de un corazón que había aprendido a amar como Él. Nos enseña que el amor del que habla Jesús es posible, incluso en las circunstancias más oscuras. Pero también hay formas cotidianas de dar la vida: un padre que trabaja para sus hijos, una hermana que cuida a su hermano enfermo, un joven que renuncia a su comodidad para servir. Todo eso también es ?dar la vida?.
Jesús te eligió. No porque seas perfecto, sino porque te ama. Te eligió para amar, para que tu vida deje huella, para que tu fruto permanezca. Y ese fruto nace cuando vivimos no para nosotros, sino con y para los demás.
Página web desarrollada con el sistema de Ecclesiared