Este Evangelio puede incomodar. No es de los que se citan para animar a alguien rápido o para poner en una taza de desayuno. Jesús nos habla sin rodeos: ?Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.? Nos lo dice con el cariño de un amigo que no quiere que tengamos falsas expectativas. Seguirle a Él, amar como Él, vivir con su luz? muchas veces nos pondrá en contradicción con el mundo.

Porque ser de Cristo significa no vivir a base de apariencias, no dejarse llevar por el egoísmo, no buscar siempre el éxito o el ?quedar bien?. Jesús nos ha escogido del mundo, nos ha llamado a una manera de vivir distinta, que pone al otro en el centro, que defiende la dignidad, que se la juega por la verdad. Y eso, a veces, incomoda.

Santa Teresa de Calcuta lo vivió con fuerza. Fue reconocida por su labor con los más pobres en Calcuta, sí. Pero también fue criticada duramente. Algunos la acusaron de no usar bien los recursos, de hablar contra el aborto, de no callarse ante lo que creía que iba contra la vida y la dignidad del ser humano. Su fe y su forma de vivir no encajaban siempre con las ideas dominantes. Y eso es justo lo que Jesús nos anuncia hoy: si realmente caminamos con Él, habrá momentos en los que no seremos entendidos.

Pero Santa Teresa no dejó que eso la detuviera. Su amor era más fuerte. Servía no por ser aplaudida, sino por amor a Cristo en los pobres. Ella entendía que ?el siervo no es más que su Señor?, y si a Jesús lo rechazaron, a los suyos también les tocará pasar por ahí. El Señor no nos invita a tener miedo ni a aislarnos del mundo. Al contrario, nos llama a estar dentro del mundo, pero con una luz distinta, con la mirada de Cristo. No para imponernos, sino para amar sin condiciones, aunque eso a veces nos cueste incomprensión o soledad.

Seguir a Jesús es un camino exigente, sí. Pero también es el único camino que da sentido y plenitud. Como decía Teresa de Calcuta: ?No estamos llamados a tener éxito, sino a ser fieles.? Fieles a ese amor que el mundo no siempre entiende, pero que transforma todo.