Hoy domingo, el Señor en su evangelio nos da las claves para vivir toda la semana con paz y esperanza, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Jesús nos dice: ?El que me ama guardará mi palabra.? Amar a Jesús no es solo sentir cariño, sino tratar de vivir como Él nos enseñó: siendo buenos con los demás, perdonando, ayudando, y confiando en Dios en los momentos complicados. Cuando hacemos eso, Él y el Padre vienen a vivir en nuestro corazón, acompañándonos cada día.

Y para que no nos sintamos solos, Jesús promete enviarnos al Espíritu Santo, que nos guía, nos recuerda sus enseñanzas y nos da valor para seguir adelante. Así que aunque a veces dudemos o nos sintamos cansados, tenemos una fuerza interior que no viene del mundo, sino de Dios. Jesús también nos regala su paz, una paz que no es como la que da el mundo ?que a veces es solo silencio o tranquilidad pasajera? sino una paz profunda que calma el miedo y la ansiedad. Por eso nos dice: ?Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde.?

Para entenderlo mejor, piensa en una situación que puede darse, como que en nuestras relaciones alguien te trate mal o te critique injustamente. Es fácil sentirse herido, enfadado o querer responder con rencor. Pero si recordamos este evangelio, podemos reaccionar de otra forma: guardando la palabra de Jesús, que nos invita a amar incluso a los que nos hacen daño. En ese momento difícil, al confiar en el Espíritu Santo que nos acompaña, podemos encontrar la paz interior para responder con paciencia y perdón, sin perder la calma ni el ánimo. Además, Jesús nos prepara para su partida y nos asegura que volverá al Padre, pero desde allí nos enviará ese Espíritu que nunca nos deja solos. Es una invitación a vivir con esperanza, sabiendo que no importa lo que pase, Dios está con nosotros.

Así, este evangelio es un verdadero mapa para nuestra semana: amar y vivir su palabra, dejar que el Espíritu nos guíe, acoger la paz de Jesús y mantener la confianza, especialmente cuando las cosas se complican.